29 de Julio de 2015
Hemos madrugado un montón para coger el ferry que va desde Mallaig (en la isla de Skye) hasta Armadale. Teníamos un poco de miedo de no tener billete, ya que no habíamos hecho reserva previa pero, una vez más, no tuvimos ningún problema.
Esta vez la compañía es la Caledonian.
Nuestra hora de salida son las 10 de la mañana, el recorrido es realmente breve y, enseguida estamos en tierra firme.
De entrada, la idea era parar en Glenfinnan, a medio camino Mallaig-Fort William, me hubiera encantado ver su viaducto y, por la hora, tal vez hubiéramos visto pasar el celebre "Jacobite", el famoso tren que sale en una de las películas de Harry Potter (no soy gran entusiasta de la serie y no sé cuál). En fin, digamos que los planes no nos salieron del todo bien.
Así es que tomamos una foto prestada de lo que hubiera podido ser y no fue.
Directamente comenzamos ruta en Fort William, la población bellamente emplazada a los pies del Ben Navis, el pico más alto de Escocia. Ese es su único mérito, ya que la población tampoco vale gran cosa. Una calle comercial y un lugar de montaña pintoresco.
Nos dimos un agradable paseo por la población, afortunadamente sin lluvia.
San Andrés, patrón de Escocia, también está presente en Fort Williams, puesto que han varias iglesias, de diferente religión, que lo veneran. En el centro de la población la Iglesia Episcopal de San Andrés, casi lo más vistoso que podemos encontrar.
Ya de ruta hacia la zona del Parque Nacional Loch Lomond and theTrossachs, vemos un paisaje de película literalmente. Estamos en el Valle de Glencoe y hacemos varias paradas para tomar fotografías.
Una vez en la zona del Parque Nacional, buscamos un lugar en el que hacer una parada y elegimos el que nos pareció que estaba más o menos por el centro del lago: Luss. Resultó ser un lugar idílico. De postal. Da la sensación de ser un sitio turístico pero del país, como más familiar, con sus casitas con flores, algunas de ellas restauradas de las originarias del siglo XIX, destinadas a los trabajadores de la zona.
Luss es también uno de los mejores lugares para ver, muy de cerca, el lago Lomond.
Estaba lleno de familias con niños. Realmente chulo. Para mí, lo que falla aquí son las temperaturas, aunque la gente va en manga corta y nosotros con jersey polar.
Tras esta visita, ya nos vamos dirección Glasgow.
Una vez en la ciudad, la situación de nuestro hotel, en George Square, es muy buena para hacer un recorrido por el centro.
Desde el principio vemos que Glasgow no se parece en nada a Edimburgo, tiene otro estilo, menos señorial y más urbano e industrial. Otro encanto que nos disponemos a explorar.
Inaugurada en 1787, George Square se encuentra en el corazón de la ciudad y en ella pueden verse las estatuas de varios personajes históricos escoceses, como Sir Walter Scott.
Otro de los imprescindibles es la Galería de Arte Contemporáneo, en inglés Galery of Modern Arte (GoMA), inaugurado en 1996 y uno de los museos más visitados durante todo el año.
y, por hoy, nuestro objetivo será pasearnos por las que se supone son las calles animadas del centro que, incluso reciben el nombre de "Style Mile". Buchanan Street, Argyle Street y Merchant city presumen de tener todos los tipos de tiendas que uno pueda imaginar.
Pero será por la hora, encontramos el ambiente algo desanimado, así es que simplemente vamos fijándonos en los edificios señoriales, no en vano Glasgow recibió en 1999 el título de Capital de la Arquitectura y el Diseño del Reino Unido, con gran variedad de estilos arquitectónicos presentes en la ciudad.
Sin olvidar la obra del arquitecto más famoso relacionado con la ciudad, Charles Rennie Mackintosh y el que más ha dejado su huella en ella, en lugares como el llamado "Lighthouse", construida entre 1893 y 1895 para ser sede del periódico "The Herald".
Parece que Glasgow tiene más cosas que ver de las que uno imagina, no hay más que fijarse y se van descubriendo joyas del pasado, como este viejo establecimiento de la cadena "Peckams", construido en 1908.
Así es que nos ha sorprendido esta ciudad y nos hemos quedado con ganas de verla más a fondo, puesto que una tarde no parece suficiente para tomarle el pulso del día a día, y sus diferentes ambientes. Con este pequeño paseo, sentimos que no hemos hecho más que empezar y, lamentablemente, poco podremos hacer para remediarlo.
30 de Julio de 2015
Por la mañana del que ya es nuestro día de regreso, nos disponemos a hacer una visita por el centro histórico de Glasgow "The old Glasgow"
La catedral de Glasgow está situada en el centro histórico de la ciudad, cercana a la necrópolis. Llamada catedral de San Kentigern o catedral de San Mungo, representa el mayor símbolo de la arquitectura gótica en Escocia.
Fue construida durante los siglos XIII y XIV, siendo la única catedral medieval de Escocia que sobrevivió a la reforma protestante del siglo XVI.
En ella se encuentra la tumba del patrón de Glasgow, San Mungo. También hay una magnífica colección de vidrieras y una buena representación de todos los elementos típicos de las iglesias góticas.
Al lado de la catedral, está el Museo de San Mungo, muy galardonado, por cierto. En él se encuentra una impresionante colección de obras de arte vinculadas a las diferentes religiones del mundo. Está concebido con una finalidad didáctica y, la verdad, nos resultó una visita mucho más interesante de lo que pensábamos.
Ya camino del hotel nos quedamos contemplando algunas de las imágenes que se quedarán como últimos recuerdos de nuestro viaje por Escocia que finaliza en Glasgow, y concretamente en la zona conocida como "Merchant city", barrio creado por los edificios de los comerciantes, que hicieron a la ciudad la segunda del imperio británico hace unos tres siglos. También incluye el Ayuntamiento y su plaza.
Pero ya no tenemos tiempo de entrar en detalles así es que no nos queda más remedio que resignarnos a dar por finalizado nuestra visita a Glasgow y, lo que es peor, nuestro viaje a Escocia.
Como conclusión diré que Escocia es un destino un tanto especial, porque permite tantos itinerarios como viajeros haya. Nosotros nos planteamos muchas posibles rutas y, finalmente, elegimos la que se ajustaba mejor a nuestros intereses, sabiendo que eran muchos los puntos que nos dejábamos en el camino. Pero esto forma parte casi de cualquier viaje ¿no?
Gracias por vuestra atención y hasta la próxima.