De Jaca a Puente la Reina de Jaca
Nuestro camino continúa y esta vez van a ser dos días de camino (un fin de semana completo) y una variación absoluta en relación con las etapas que marcan las guías. Es la ventaja de vivir en la zona y de disponer de más tiempo por ello. En otros momentos no podremos hacerlo, pero por ahora...
La Peña Oroel que envuelve, majestuosamente, a Jaca, nos da los buenos días y tal vez nos desee el "Buen camino" que todos los peregrinos usan como saludo.
Nosotros vamos saliendo tranquilamente de Jaca por la Avenida de la Constitución, en una mañana soleada, demasiado cerca de la carretera y comentando los estragos que las urbanizaciones en pro del turismo masivo, vienen haciendo desde hace ya algunas décadas, en la bonita ciudad pirenaica.
Estamos deseando dejar la vida civilizada y entrar en un sendero que aleje nuestros pensamientos de las preocupaciones cotidianas. Siempre que podemos elegimos alejarnos de la carretera siguiendo caminos agrícolas que discurren lejos del tráfico.
Puede ser interesante y, sobre todo, más bonito.
Así es. En unos minutos el paisaje cambia por completo.
Volvemos a encontrarnos con la nieve.
realmente densa.
El paisaje tiene en nosotros el efecto mágico que estábamos buscando. Nos hemos alejado del mundo. Los problemas, al menos por hoy, quedaron atrás. Sólo nos queda disfrutar del momento.
A lo lejos la mirada atenta de la Peña Oroel que no nos abandona, aunque en esta ocasión no muestre su perfil más característico.
monasterio románico de San Juan de la Peña, y vamos en ascenso, la nieve vuelve a hacer su aparición, esta vez para no dejarnos durante un buen rato.
Poco a poco, este será el panorama habitual de la jornada.
Hemos hecho una breve parada para comer algo, pero llevamos horas caminando y el cansancio comienza a hacer mella en nosotros.
La horas solares en invierno, pronto llegan a su fin y antes de que se haga de noche, nos convendría haber llegado a alguna parte sino queremos vernos en dificultades.
Vamos un poco apurados, sobre todo yo.
El Monasterio de San Juan de la Peña parece una meta complicada que nunca llega...
De momento, bien entrada la tarde, la estampa del menos conocido Monasterio nuevo de San Juan de la Peña, nos resulta más que reconfortante.
Estamos llegando, aunque todavía nos queda retomar ánimos para la etapa final de hoy.
Y lo siguiente será el descenso hasta Santa Cruz de la Serós, en el que estuvo el Monasterio de monjas de Santa María, monjas benedictinas dependientes de San Juan de la Peña. El camino para llegar hasta allí va de monasterio a monasterio en una pura bajada, que a estas horas y con el manto de nieve que lo cubre, nos resulta un poco peligroso.
En el pintoresco pueblo de Santa Cruz de la Serós pasaremos la noche.
Cansancio y tensión nos hacen merecedores de un reparador descanso que nos deja en las mejores condiciones para afrontar, con fuerza, la breve etapa del día siguiente.
Por la mañana, la estampa que observamos tiene un cierto aire navideño, a pesar de que estamos en el mes de febrero.
Vamos a seguir nuestro camino alternativo para desembocar en la ruta habitual de los peregrinos del Camino aragonés, es decir, nos dirigiremos primero desde Santa Cruz de la Serós, donde nos encontramos, hacia Binacua, y una vez allí iremos hasta Santa Cilia y Puente la Reina de Jaca, finalizando la jornada.
En realidad desde Jaca a Santa Cilia sólo son quince kilómetros, pero nuestro gran rodeo por el Monasterio de San Juan de la Peña, ha hecho que perdamos la cuenta de los kilómetros que llevamos hechos en esta etapa tan peculiar.
¿Nos ponemos en marcha? Hemos hecho un buen desayuno en Santa Cruz y estamos pletóricos de energía.
¿Nos ponemos en marcha? Hemos hecho un buen desayuno en Santa Cruz y estamos pletóricos de energía.
Nos gusta el blanco panorama que se extiende ante nosotros.
Nosotros seguimos sus pasos con la esperanza, tal vez, de encontrarlo...
Pero no, minutos más tarde, lo que nos encontraremos será una bella iglesia románica, la de los Santos Ángeles, en la pequeña población de Binacua. La austeridad y sencillez del románico se resalta con el paisaje nevado.
Nuestro camino, completamente solitario, nos ha llevado a lugares como este. Serán imágenes que no olvidaremos.
El resto del Camino ya no será tan inolvidable. Vermut con puesta de credencial en Santa Cilia y siete kilómetros más tarde, hemos llegado a Puente la Reina (de Jaca), a pie del Río Aragón.
Nuestro camino, completamente solitario, nos ha llevado a lugares como este. Serán imágenes que no olvidaremos.
El resto del Camino ya no será tan inolvidable. Vermut con puesta de credencial en Santa Cilia y siete kilómetros más tarde, hemos llegado a Puente la Reina (de Jaca), a pie del Río Aragón.
Aquí nos despedimos, por el momento. En este mismo punto tenemos una cita pendiente.
El Camino no ha hecho más que empezar.
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